Once trucos de la sostenibilidad
24/11/2023
Tiempo de lectura: 4 minutos
No todo es blockchain, IoT (Internet of Things) o IA (Inteligencia Artificial). Hay muchas maneras de mejorar la vida de la gente y a la vez mejorar nuestro planeta, sin necesidad de recurrir a virguerías tecnológicas y cibernéticas y sin gastar apenas dinero. Vamos a ver unos cuantos ejemplos.
El Billete Único de Transporte
El funcionamiento del KlimaTicket Ö austríaco es sencillo: un solo abono para todo el transporte público de un país entero. En España Greenpeace ha lanzado una iniciativa similar. La idea no es nueva: en Madrid, en 1987, el abono único de transporte supuso un estímulo importante para el transporte público.
Los recetarios de cocina
Olvídense de las clásicas excusas de la falta de tiempo para cocinar. Lo que necesitamos es una buena colección de libros de cocina que nos den ideas para transformar los alimentos frescos (o conservas) en sabrosas, sanas y sostenibles recetas.
Pintar las calles: urbanismo táctico y sorpresas visuales
Unos cuantos kilos de pintura pueden hacer maravillas para reorganizar el espacio de las ciudades, por ejemplo pintando plazas de aparcamiento y sectores de la calzada de color verde y a continuación colocando unas cuantas jardineras encima. Otra modalidad consiste en pinturas llamativas y trampantojos en calles y carreteras, que obligan a quienes conducen a prestar atención a los peatones y a moderar la velocidad.
La energía agrovoltaica
Otra idea sencilla y eficaz, la coexistencia pacífica de la agricultura y ganadería con la industria fotovoltaica.
Una o dos páginas en el BOE (o similar)
Hace unos meses, 16 ciudadanos demandaron al Estado de Montana (Estados Unidos) por conculcar su derecho constitucional a un medio ambiente “limpio y saludable”, y un tribunal les dió la razón, lo que puede influir, y mucho, en sus políticas ambientales. Puede verse aquí la histórica sentencia. Las palabras importan, y mucho más si están escritas en documentos legales.
El carné «B+» para los SUVs más pesados
La presidenta de la Comisión de Turismo y Transportes del Europarlamento, Karima Delli, presentó en julio pasado una propuesta para que los turismos de más de 1.800 kilos de peso solo puedan conducirse con una licencia especial “B+”, con requisitos adicionales sobre el carné de conducir habitual de turismos. Es una cuestión cultural: un coche de casi dos toneladas no es un utilitario, y debería ser guiado con precauciones extras, reflejadas legalmente.
Eliminar los semáforos o igualar sus tiempos de paso
Los semáforos tienen un siglo de existencia pero se plantea seriamente su eliminación, una medida radical de coexistencia entre coches (mucho más lentos, claro) y peatones en el mismo espacio, no rígidamente separados como ahora en aceras por un lado y calzadas por otro. Otra medida más suave sería igualar el tiempo de cruce para los coches y para los peatones. Actualmente es diez veces mayor para los vehículos que para los viandantes.
Procrastinar
“Diferir, aplazar” dice la RAE que es procrastinar. El arte de dejarlo todo para mañana es una saludable actividad, pero también muy sostenible. Un procrastinador experto es capaz de dejar de hacer tal cantidad de cosas que su huella ecológica disminuye considerablemente.
El colegio de al lado
Casi todos los barrios tienen un colegio asignado, pero muchas familias prefieren enviar a sus hijos bien lejos a estudiar, obligando al niño o niña a empezar el día metido en un coche o un autocar. Es más lógico y sostenible que vayan caminando al centro más próximo.
Mensajes extragrandes en artículos desechables
La proliferación de envases desechables debe ser combatida con medidas drásticas, como el cambio de material (reduciendo el uso de plásticos) y el sistema de devolución y retorno. Mientras esto llega, una sencilla medida para facilitar su separación selectiva sería imprimir la información correspondiente en grandes letras en el cuerpo del envase o en general en cualquier objeto desechable. Aquí tenemos una buena noticia: la nueva Ley de envases dispone la colocación del símbolo de reciclable grande y con el color del cubo de destino.
Dulces típicos
Torrijas, bartolillos, huesos de santo, rosquillas tontas y listas, panecillos de San Antón, barquillos y muchos más. Hay un dulce para cada época del año y para cada fiesta. No engañan, contienen azúcar (aunque no demasiada en comparación con la bollería y galletería industrial). Consumirlos con regularidad en lugar de la comida chatarra es muy sostenible: tu salud mejora y ayudas al comercio local.