Así sí podemos reducir la huella ecológica
10/03/2025
Tiempo de lectura: 6 minutos
Para el equipo de la Fundación Vida Sostenible (FVS) este 2025 ha empezado con un número muy redondo: se han alcanzado las 900.000 estimaciones usando nuestra calculadora de huella ecológica. Desde febrero del 2018 muchas personas a lo largo del globo han elegido nuestra web app para conocer y tomar conciencia sobre su huella ecológica.
En esa línea, nuestro equipo quiere seguir trabajando en dar consejos para reducir nuestros impactos en el ecosistema doméstico. Pero también queremos recordar que, aunque nuestras acciones individuales siempre suman, nos enfrentamos a estos desafíos que requieren de la implicación de todos los sectores.
Energía
El gasto más grande que tenemos en el hogar, en materia de energía, es la climatización. En su gran mayoría, la calefacción. Por eso existe una gran tendencia a hablar de eficiencia energética en los hogares y se están ofreciendo ayudas para la mejora de fachadas, cubiertas y ventanas o equipos más eficientes. Esto lo podemos hacer en nuestras casas y vamos a notar el impacto desde el momento que terminemos la reforma. Existen ejemplos de actuaciones que merecen la pena ser mencionadas.
Una referencia que ha tenido difusión a nivel europeo es la rehabilitación energética de decenas de bloques de edificios en el Poblado Dirigido de Orcasitas (Madrid). Además, recientemente ha llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid para dar un paso más en esta eficiencia energética: convertirse en una comunidad energética.
Otra iniciativa pública de alto calado es la realizada en Euskadi con el programa Opengela. En este caso cabe destacar su especialización. Son recursos públicos dirigidos específicamente a acompañar a las personas o comunidades que quieren rehabilitar sus hogares. Esta especialización no es nada desdeñable porque una de las principales barreras que hay para rehabilitar más son la burocracia o el desconocimiento sobre ayudas. El acompañamiento en estos procesos es fundamental para romper estas barreras y Opengela así lo hace.
Transporte
Hay personas que optan por ir al trabajo andando. Esta opción es más fácil cuando el lugar de trabajo está cerca o no hay que ir todos los días. Si se trata de dos o tres días a la semana, aunque estén a 40 minutos de su casa, se lo toman como el ejercicio diario. Otras personas han decidido desplazarse en bicicleta incluso por ciudades donde el nivel del tráfico es muy elevado. Obviamente, estas decisiones no valen para todo el mundo pero no por ello dejan de ser merecedoras de reconocimiento.
En el ámbito de lo colectivo, las administraciones pueden fomentar una movilidad con menor huella de carbono. Un ejemplo es la Ley de Movilidad de Berlín. La ecomovilidad es el centro de la ley que, incluyendo la planificación de todo tipo de medios de transporte, prioriza al peatón, al ciclista y al transporte público. Esta visión holística que prioriza medios de baja huella nos facilita a la ciudadanía depender menos del vehículo privado.
También pueden implementar mejoras urbanísticas para mejorar la movilidad sostenible. Un ejemplo de ello son las supermanzanas de Barcelona. Estas convierten algunos cruces de calles en plazas y las calles que salen de ellas en ejes verdes. En las supermanzanas, la prioridad del tránsito es para peatones y ciclistas.
Agua (y alimentación)
En nuestros hogares podemos tomar muchas decisiones para ahorrar agua. Desde medidas a cero coste, como reducir la duración de las duchas o recoger el agua del grifo o alcachofa mientras esperamos a que esté caliente para otros usos, hasta medidas con un coste elevado como instalar un sistema de recogida de aguas grises. En el espacio Tu casa y tu vida te damos algunas sugerencias para diferentes aspectos del ecosistema doméstico.
Pero como ha investigado Marta Lizcano y muestra en su libro “El desafío del agua. Defensa colectiva contra la ofensiva capitalista”, el consumo residencial es de un 15,5% del agua frente al 80% del riego. Por lo tanto, sin dejar de hacer en nuestros hogares porque todo suma, es necesario abordar la agricultura –no solo para reducir el consumo de agua sino para cambiar técnicas de cultivo que esterilizan el suelo y son muy dependientes de contaminantes y del petróleo. En ese sentido, es necesario pedir a las instituciones que prioricen medidas agrarias como las que propone la Coalición Por Otra PAC.
Como personas consumidoras, podemos apostar por proyectos agroecológicos. Estos no solo tienen menos impacto sobre nuestro planeta sino que introducen un componente social para garantizar el bienestar de quienes trabajan los proyectos y su territorio..
Residuos
Comprar a granel con envases que llevemos desde casa, planificar nuestra alimentación y ordenar bien la nevera para generar el mínimo desperdicio, etc. son trucos que nos sirven para reducir los residuos que generamos en casa. Y los que generamos, debemos separarlos adecuadamente para su posterior reciclaje o vertido autorizado.
En el hogar siempre podemos contribuir a la reducción de residuos. Aunque como estamos viendo, si hay intención política siempre es más fácil. Existen ejemplos inspiradores como la recogida de poda de viña en Vilafranca del Penedés: poda de viña gestionada para dar calor a un barrio.
En Cataluña se han unido varios municipios en asociación para fomentar e implementar el sistema de recogida de residuos puerta a puerta. Este sistema pretende facilitar a sus habitantes la separación de residuos. Otros municipios, como el de Guadarrama, han implementado proyectos de recogida de residuos orgánicos comunitarios para generar compost. Este compost es distribuido entre las personas que aportan sus residuos orgánicos a este sistema.
Conclusiones
Todo suma. El ecosistema doméstico es el receptor final de alimentos, agua, energía y todo tipo de materiales. Por lo tanto, actuar en nuestra casa para reducir la huella ecológica es garantía de que conseguiremos nuestro objetivo.
Pero en la línea de actuar local (hogar) pensando en más grande (municipio, comunidad, estado), el papel de las administraciones es primordial. Son ellas quienes más capacidad tienen de implantar líneas de actuación en diferentes ámbitos. Líneas que nos faciliten la toma de decisiones para reducir nuestra huella. Y así se lo debemos demandar.
Fotografía: Agua verde entre árboles y montaña durante el día. Autoría: Pixabay.
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