¿Cómo transformar los huecos de hormigón en un paraíso vegetal?

24/07/2017

Tiempo de lectura: 5 minutos

El desarrollo de los huertos urbanos madrileños tiene una relación directa con el avance de la ciudad hacia la sostenibilidad. En efecto, permiten impulsar el desarrollo de ambos participación ciudadana y cuidado del medio ambiente pero ¿qué representan realmente, y cómo podemos ser parte del proyecto?

¿ En realidad, a qué llamamos huertos urbanos ?

Se trata de exportar el principio mismo de cultivar sus verduras en su propio huerto en las ciudades y de manera compartida. O sea, de un concepto privado pasamos a un concepto colectivo, permitiendo a la vez la llegada del campo, de los jardines y sus beneficios en la ciudad.

Más que todo se presentó en la mayoría de los casos como una respuesta ante una situación de precariedad. Desde una perspectiva histórica han resultado luego de las revoluciones industriales, y en la segunda guerra mundial (sobre todo en Reino Unido y Estados Unidos). Luego en los setenta la dimensión sostenible se impuso en el fenómeno.

Podemos considerar el año 2008 como el renacimiento contemporáneo del movimiento, durante la crisis económica. Se manifestó en Inglaterra, bajo el nombre “Incredible edible” o sea “Increíbles comestibles”. La idea era de crear un huerto común al servicio de la comunidad donde cada ciudadano podía ser considerado como voluntario solo por el hecho de comer  verduras salidas de la tierra. En efecto, eso permite crear convivialidad y compartir creando un lazo con la tierra.

El planteamiento de la creación de huertos urbanos corresponde a la voluntad de recuperar los espacios públicos urbanos perdidos y usarlos como medios de producción alimentaria autosuficiente. O sea, creando una situación favorable a la seguridad alimentaria, a la autosuficiencia y al control del producto.

¿ Cuál es la realidad en la capital ?

Madrid tiene una dinámica floreciente de huertos urbanos. Empezó de manera importante alrededor del año 2010. Existen diferentes tipos de huertos, pueden ser comunitarios, terapéuticos o educacionales. Además de eso encontramos asociaciones vecinales, AMPAs de un centros escolares, ONG, asociaciones de horticultura urbana.

Muchas de esas asociaciones se juntaron en la “Red de Huerto Urbanos Comunitarios de Madrid”, presente en casi todos los distritos de la ciudad. Realizaron una clasificación y un mapa de todos los huertos pertenecientes a la red, permitiendo conocer el huerto más cercano a nuestra vivienda.

Ante esa dinámica el ayuntamiento desarrolló un Programa Municipal de Huertos Comunitarios en 2014 respondiendo a una necesidad de regularización pero también para evitar la precariedad de los huertos. Se realizó en coordinación con el departamento de educación ambiental del área de gobierno de medio ambiente y movilidad. En efecto, el ayuntamiento cedió parcelas a asociaciones y sigue preparando la incorporación de más parcelas a la red. Existen igualmente otros redes de huertos como la “Red de Huertos escolares sostenibles” del Ayuntamiento de Madrid. El propósito es impulsar una dinámica ambientalista, educativa, social, saludable mientras se reconstruye una vida de barrio comunitaria.

¿ Cuales son realmente los beneficios ?

Como proyecto socio-ambiental, la creación de los huertos urbanos tiene múltiples beneficios directos para la sociedad civil.
En efecto, son de libre acceso y por lo tanto permiten a todos los ciudadanos participar en un huerto. Parece muy importante, más que todo en una área urbana donde no todos tienen jardines para cultivar o dinero para comprar productos biológicos. En ese caso, podrán participar de manera voluntaria y aportar a su comunidad.

La revegetalización y la creación de espacios verdes en la ciudad permiten mejorar la calidad de vida. En efecto la presencia de cobertura vegetal permite tener sombra, oxígeno, mejor aislamiento sonoro y térmico. Mas que todo se desarrolla la posibilidad de crear nuevos lazos con la tierra, posibilitando la reintroducción de la biodiversidad dentro de la ciudad hormigonada.

La creación de estos proyectos permitió a la vez una recuperación considerable de espacios públicos perdidos, por ejemplo es el caso de algunos huertos autogestionados del centro que pretenden ocupar espacios perdidos desde décadas. El Solar de Antonio Grilo, en Malasaña se describe como un “Espacio Autogestionado por varios colectivos en un intento por recuperar espacios abandonados en la ciudad, funcionando de manera horizontal entre nosotras”. En el caso del huerto “Esta es una plaza” en el barrio de Lavapiés, era un solar desocupado y en desuso hasta que se impulsó el proyecto de desarrollar un jardín compartido.

Además en muchos casos el huerto se relaciona también con una dimensión socio-cultural, con la presencia de taller de bicicletas, de actividades deportivas o culturales.. En algunos casos se proponen recursos formativos, como en el Huerto del Retiro, donde proponen distintos talleres.

Frente a eso parece evidente que esos tipos de iniciativas permiten una implicación social y ciudadana importante, esos lugares abiertos favorecen el encuentro entre generaciones y culturas, contribuyendo a valorizar los recursos locales y la cohesión entre los habitantes del barrio. Directamente eso favorece una toma de conciencia de los ciudadanos ante su manera de comer y vivir (cultivan lo que comen), y permite acercarnos a nuestro consumo, entendiendo las consecuencias directas tanto en un aspecto medioambiental como para la salud.

¿ Cómo participar ?

Después de conocer el principio y los beneficios queda pendiente la manera de participar. Se pueden considerar dos distintas maneras, o sea, crear y organizar su propio huerto o unirse a un huerto existente.

En el caso de la creación de un huerto lo más importante es identificar los espacios que pueden ser utilizados, de una terraza, una azotea, o una pared para un jardín vertical. Hay que aprovechar esos espacios impensables que permiten cultivar en las ciudades. En todos casos no olvidéis pensar en la presencia del sol, de luz, de un sistema de riego …

Aparte de eso, en Madrid, con los numerosos huertos que existen, resulta bastante sencillo encontrar un jardín cerca de su alojamiento. Por ejemplo se puede consultar el repertorio hecho por la “ Red de Huerto Urbanos Comunitarios de Madrid “ e ir a conocer los huertos más cercanos de su vivienda.

Texto y fotografía: Alice Cognez

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