De interés para la ciudadanía: el medio ambiente se mueve por Bruselas
11/12/2024
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En octubre y noviembre se organizaron desde European Environmental Bureau (EEB), la mayor red europea de organizaciones ciudadanas medioambientales en Europa, tres reuniones de grupos de trabajo a las que asistimos dos personas del equipo de la Fundación Vida Sostenible presencialmente en sus oficinas en Bruselas como miembros de la red.
Impacto de la ETS2 y el Fondo Social para el Clima en la población europea
El día 2 de octubre tuvo lugar la reunión del grupo de trabajo Energía y Clima. A lo largo de la jornada se discutieron las posibles repercusiones de la nueva legislatura europarlamentaria en el Pacto Verde Europeo y cómo abordar las ya existentes y venideras políticas descarbonizantes para que tengan acogida por la ciudadanía, pues de ello dependerá el éxito o fracaso del Pacto. Se le prestó especial atención a la segunda Directiva del Comercio de Emisiones (ETS2) en relación a la Directiva sobre el Rendimiento Energético de los Edificios (EPBD).
La ETS2 como herramienta clave dentro del Pacto Verde, se enfocará en las emisiones de los edificios y el transporte, lo cual tendrá un impacto directo en la población europea al subir el coste de la calefacción o el precio de la gasolina. Bajo el temor de que esta, junto a las EPBD, endurezcan la situación económica de las personas en riesgo de vulnerabilidad por la subida del precio de las fuentes fósiles, se debatió sobre las formas más factibles para abogar por una implementación del Fondo Social por el Clima (SCF por sus siglas en inglés) que sea equitativa entre los Estados participantes, estructural y que reduzca las posibles desigualdades que generen su implementación.
El GT Energía y Clima en el Parlamento Europeo junto a Beatriz Yordi, Jutta Paulus, Annalisa Corrado y James Collis.
Para ello, por la tarde nos reunimos en el Parlamento Europeo con Beatriz Yordi (Comisión Europea, Directora de CLIMA. B, Mercados de Carbono y Movilidad Limpia), Jutta Paulus (MEP Greens/EFA), Annalisa Corrado (MEP S&D, ENVI) y James Collis (Citizen Climate Europe) con el fin de aprender de las personas expertas en la materia sobre los desafíos y barreras que enfrentan la implementación efectiva de la ETS2 y SCF y las posibles maneras de solucionarlo. Así, Jutta Paulus abogó por una comprensión más holística de la pobreza energética, pues quienes la padecen no sufren solo la falta de acceso a una climatización adecuada en sus hogares, sino de un empobrecimiento generalizado que se refleja en diferentes esferas de su vida. Y precisamente por ello, antes de hablar de la pobreza energética deberíamos hablar de la pobreza y el empobrecimiento de la ciudadanía, y no responsabilizar a las políticas medioambientales de su resolución ya que el problema real no es tanto la pobreza energética si no la pobreza en sí.
Transición justa: desafíos y oportunidades regionales
En el segundo día de la jornada, el 3 de octubre, tuvo lugar el grupo de trabajo Transición Económica donde comenzamos la mañana analizando los desafíos y las oportunidades de la transición de los combustibles fósiles a las energías renovables, en particular en algunas de las regiones desindustrializadas de Europa. Como caso de estudio se tomó la región de Sulci, en Sardinia, donde se ha desplazado el carbón a favor de las renovables. Esto ha aportado beneficios tanto en regeneración económica, incluyendo empleos de calidad y estables, como socioeconómicos y culturales más amplios para las comunidades locales. Continuamos el día explorando estrategías para la gestión de la progresiva demanda de recursos basándonos en principios de justicia (transición justa) y suficiencia (dentro de los límites planetarios) de los minerales y metales críticos centrales para la transición. También, estudiamos políticas fiscales para promover una transformación verde y socialmente justa (es decir, un fondo de transformación de la UE y una tributación progresiva). Por último, compartimos estrategías y alianzas entre las entidades participantes para abogar a nivel nacional por políticas más verdes y crear una comunidad colaborativa de trabajo.
Anabel Soriano en la reunión del GT Transición Económica.
Avances y retos hacia una economía circular en la UE
El 13 y 14 de noviembre, volvimos a Bruselas para reunirnos con EEB y los miembros del grupo de trabajo Economía Circular. En esta reunión hemos visto las prioridades de la Comisión Europea y del Parlamento para el nuevo mandato. El enfoque principal estuvo en la nueva Ley de Economía Circular que ha sido propuesta por Ursula von der Leyen (Presidenta de la Comisión Europea) en sus directrices políticas.
Grupo de trabajo Economía Circular en las oficinas de EEB.
En el primer día, hemos hablado con Florian Flachenecker, responsable de políticas en la Dirección General del Medio Ambiente en la Comisión Europea. Nos habló de los logros del Pacto Verde Europeo en este último mandato en temas de economía circular, y de todas las propuestas de implementación que se han hecho. Sin embargo, la cuestión importante es lo que está por venir, y esto depende en gran parte de la Ley de Economía Circular, cuyo borrador se espera para finales de 2026. Las tasas de reciclaje siguen muy bajas y se prevé que 18 países miembros no cumpliran los objetivos. Estamos todavía lejos de una economía circular. Por ello, Florian Flachenecker invitó a las organizaciones europeas a levantar su voz y proponer ideas. Esta ley está sujeta a la presión en contra de las medidas medioambientales de circularidad, las cuales se podrían “ablandar” a favor de la industria.
Florian Flachenecker (DG ENVI) y Emily Macintosh (EEB) en la reunión del GT Economía Circular.
ECOS (Coalición Medioambiental sobre Normas) ha publicado sus recomendaciones, las cuales han sido presentadas por su directora de sostenibilidad Valeria Botta. Sin duda, la recomendación clave para la transición hacia una economía circular es que se haga una implementación completa y eficaz donde se aborden todos los pilares. Algunos de los puntos centrales son: incluir la reducción del uso de recursos (para lo cual se sugiere una Ley de Recursos), quitar los tóxicos de la economía circular, crear un mercado único para los residuos, incorporar objetivos de reducción de huella material y reglamentar los vehículos y las baterías (y su circularidad).
Otro gran tema es el de las alegaciones medioambientales (“green claims”). Los productos que se designan como “verdes” deberán abordar todos los aspectos de la circularidad para adquirir ese título. De esta manera, se combatirá el lavado verde y la desinformación para que todas las personas consumidoras puedan hacer elecciones de compra más conscientes. La Comisión Europea propuso una nueva directiva el año pasado sobre la cual el Parlamento publicó su posición en marzo. Sin embargo, la posición aprobada ha sido la del Consejo, que es relativamente contundente en relación a temas de transparencia y verificación, pero también a nivel de sanciones lo que podría dejar lagunas para el lavado verde.
A día de hoy, todavía nos enfocamos mucho en la etapa final de un producto o material, es decir, en el residuo. A pesar de que sea esta una parte muy importante, debemos adoptar una perspectiva más amplia que tenga en cuenta todas las fases del ciclo de vida de un bien material. De esta manera, podremos ralentizar la extracción de materias primas críticas. Por ejemplo, los aparatos electrónicos (y demás) deberían estar hechos con materiales cuya extracción sea responsable, y que el productor haga disponibles y accesibles las piezas de recambio necesarias para que los productos puedan repararse y reutilizarse el máximo de veces posibles antes de tirarse. Esto lo hace CYCLUP, un proyecto socio-profesional en Bruselas que arregla y transforma residuos textiles, pero también muebles y material deportivo para darles una nueva vida. Al tiempo que dan una oportunidad laboral a las personas en riesgo de exclusión, con formación y empleo.
Visita al proyecto de economía circular CYCLUP.
Por último, en temas actuales de la circularidad de la UE, es importante hablar de la contratación o compra pública. Esta supone un 14% del PIB de la UE cada año, por lo que representa una gran oportunidad para transicionar hacia productos más sostenibles, ecológicos, duraderos y reciclables. Actualmente, los criterios que existen son plenamente voluntarios, salvo en el caso de que sean aplicables otros reglamentos europeos como la Directiva sobre vehículos limpios, la Directiva sobre eficiencia energética, la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios, o el Reglamento sobre diseño ecológico para productos sostenibles. Algunos gobiernos (Bélgica, Países Bajos y Polonia) ya están implementando buenas prácticas de compra pública e incluyendo los criterios en guías y estadísticas nacionales.
En conclusión
Nuestras visitas a Bruselas han sido experiencias enriquecedoras en el ámbito de la transición ecológica en la UE. Hemos tenido la oportunidad de intercambiar ideas y buenas prácticas con entidades de toda la Unión, lo que nos hace sentir orgullosos de formar parte de esta red tan importante. Una red que trabaja por un futuro mejor y nos permite mantener a la población informada y comprometida con los debates y regulaciones más recientes.
Diogo de Melo y Anabel Soriano Oliva
Fotografías: European Environmental Bureau (EEB).