El coche en propiedad resiste
08/02/2017
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Uno de cada tres coches vendidos en España es un SUV, el vehículo para aventureros amantes de la familia. Según Anfac, el mes de enero de 2017 se colocaron 28.415 SUVs sobre 84.515 turismos vendidos en total, el 33,6 %. Como comparación, se vendieron algo más de 18.000 utilitarios. Que un coche tan caro, pesado y contaminante como el SUV se venda tan bien parece sorprendente. Cabría esperar que los conductores, enfrentados a un futuro incierto (restricciones de tráfico, elevados impuestos a los coches grandes, prohibición lisa y llana de los diésel o incluso de todos los coches de motor de explosión, etc.) estarían comportándose con prudencia, adquiriendo eléctricos o al menos híbridos, o en el peor de los casos pequeños utilitarios.
Las ventas de eléctricos son minúsculas, pero las de híbridos si comienzan a ser importantes (más del 5% en enero de 2017). Pero el 95% por ciento de los compradores de coches se comportan ahora mismo como si no hubiera un mañana: compran coches grandes, pesados, contaminantes… y diésel, casi el 53 % de las ventas en el mes de referencia. Teniendo en cuenta que muchas ciudades están erradicando los coches diésel de sus calles, y que la gran mayoría de los compradores usan el coche para ir al trabajo, parece que tenemos un problema bastante grande en el horizonte.
Hay más señales de la robustez inamovible del concepto de coche-privado-en-mi-garaje a-mi-completa-disposición. Se ha informado de un curioso comportamiento de algunos usuarios del coche eléctrico compartido (Car2Go, Emov, etc.). Al caer la noche, meten el coche que acaban de alquilar en su garaje privado para tenerlo a mano la mañana siguiente. Los otros usuarios del servicio localizan el coche con su aplicación móvil, pero no pueden usarlo porque está en una zona privada bajo llave. Algunos concesionarios están comenzando a vender coches con matrícula a elegir, par o impar. La idea es que las familias que tengan un coche con matrícula par puedan comprarse otro con matrícula impar y así hacer caso omiso de las restricciones de tráfico en caso de episodios de contaminación.
Un transporte urbano basado en plataformas de vehículos compartidos, eléctricos y accesibles a través del smartphone, redes mejoradas de transporte público, bicicleta y caminar es perfectamente posible, y en realidad ya supone la mitad de la movilidad en las ciudades. Pero la otra mitad, el ciudadano usuario de su coche en propiedad, que es el causante de la mayor parte de los atascos, ruido, contaminación y accidentes, no va a desaparecer como por arte de magia. Ni siquiera está claro que se baje del coche diésel y se compre un eléctrico.
Hola, me ha gustado mucho este articulo, aporta mucho valor , hace tiempo alquile un
coche cuando fui de vacaciones a Tenerife con mis amigos y mi novio y la verdad estuvo muy bien, os recomiendo es una grata experiencia.
Un saludo