El futuro en juego: la sobrecapacidad ecológica y la urgencia del Pacto Verde Europeo
20/05/2024
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El pasado 3 de mayo fue el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra (Earth Overshoot Day) para la Unión Europea. Esto significa que a esa fecha, la UE ya había utilizado su presupuesto anual de recursos naturales (agua, alimentos, energía, etc.). La situación en España es igual de alarmante –a partir de hoy, 20 de mayo, también estaremos consumiendo los recursos del presupuesto del próximo año. Es decir, si todo el mundo viviera como vive la ciudadanía europea ya habríamos acabado con los recursos naturales de todo el planeta a estas fechas. En tal caso, necesitaríamos tres planetas Tierra para satisfacer nuestra demanda de recursos cada año.
Junto a 328 organizaciones no gubernamentales –entre ellas European Environmental Bureau (EEB), WWF y Greenpeace– la Fundación Vida Sostenible ha firmado una carta abierta dirigida al Parlamento Europeo por el día de la sobrecapacidad ecológica. Con menos de un mes hasta las elecciones europeas, es imperativo que se dé la merecida importancia a los objetivos del Pacto Verde, presentado formalmente en 2019.
El Pacto Verde Europeo simboliza un gran e importante cambio en la formulación de políticas ambientales en la UE, con el objetivo de reducir, al menos, un 55% de emisiones netas para 2030 y descarbonizar la economía completamente para 2050. Sin embargo, en los últimos meses se ha visto cómo muchos políticos no están priorizando este Pacto ni sus medidas, dejándose llevar por grupos de presión (lobbies) para objetivos de corto plazo que suelen ser, además, contraproducentes.
Esta carta pide al Parlamento, a las jefaturas de Estado, y a la Presidencia Europea que actúen antes de que sea demasiado tarde, y que den prioridad a una transición verde que sea justa e inclusiva para el próximo mandato. Es esencial prestar más atención al Pacto Verde y priorizarlo en la agenda política. Por ello, es necesario cumplir con las promesas y poner más peso en el esfuerzo que se da a temas de naturaleza, del clima, y de polución. Para que esta transición verde funcione, se tienen que subvencionar más estos temas ambientales y sociales.
Según la Comisión Europea, se necesitará un incremento anual de entre 1,7% y 2% del PIB Europeo para mejorar las probabilidades de alcanzar las metas del Pacto Verde y de la iniciativa REPowerEU. Además, en una declaración pública de índole similar a la carta conjunta que hemos firmado, se propone un plan de inversión de por lo menos 1 billón de euros hasta 2030 para la transformación “verde” y justa en la UE. Esta declaración también plantea un presupuesto de por lo menos 2 billones de euros para el marco financiero multianual (MFM) de 2028-2034 –un incremento significativo de los 700,000 € millones para 2021-2027– de los cuales el 50% debe dirigirse hacia inversiones relacionadas con el clima y la naturaleza. Este futuro plan de inversiones, junto con el billón de euros procedente del endeudamiento directo de la Comisión Europea que se propone, se basa en los siguientes cuatro pilares fundamentales: un pilar Climático, un pilar para la Transición Social y Justa, un pilar dedicado a la Industria Verde, y un cuarto pilar que se dedicaría a financiar la restauración y protección de la Biodiversidad y Naturaleza.
La importancia de poner dedicación y diligencia a las políticas medioambientales y de transformar la economía europea pueden servir para un territorio más amplio que el de la UE. Es una oportunidad para mostrar a otras economías masivamente emisoras como EEUU y China, pero también para servir de ejemplo a todo el mundo, de cómo uno de los territorios contaminadores más ricos se toma en serio el cambio climático.
El Yin
Durante siglos, hemos visto increíbles desarrollos técnico-científicos para la humanidad (aunque principalmente en el Norte global) y para el bienestar. No obstante, muchos de estos logros se han hecho a costa de la naturaleza que nos rodea. Las filosofías ahora anticuadas que están detrás de este crecimiento perpetuo siguen alimentando a nuestras economías y a nuestros mercados infinitamente competitivos. Por ello, estamos consumiendo los recursos de la Tierra a un ritmo mucho más elevado de lo que se recuperan, y ocupando cada vez más de su territorio. Es hora de retribuir el favor a la naturaleza ya que, en la UE, no hay razón para seguir creciendo a este ritmo solo por el hecho de crecer, ni de seguir produciendo y consumiendo “porque sí”. Esto también se debe a que se siga usando el PIB como un indicador de bienestar, cuando en realidad no lo refleja en absoluto al ignorar lo socioambiental.
Además, recientemente el Parlamento Europeo ha aprobado una nueva reforma de las normas fiscales de la UE que pone en peligro la posibilidad de una transición económica justa e inclusiva. La reforma en cuestión fuerza a los países a reducir sus deudas un 1% del PIB, pero se calcula que hasta 2028 podrían surgir paquetes de austeridad de casi el 4% del valor del PIB en la mitad de la zona euro. La Fundación New Economics y la Confederación Europea de Sindicatos indican que nada más que tres países de la UE podrían cumplir con las necesidades de inversión ecológica y social. La triste realidad es que cuando se trata de cortar los costes, “la primera víctima es lo social”. Además, con las olas negacionistas y populistas que estamos viendo, cortar estas inversiones abre espacio para que estas ideas ganen influencia en la esfera política. Con notícias de este tipo, las metas en los horizontes 2030 y 2050 se ven cada vez más inalcanzables. Estas políticas económicas neoliberales, como la desregularización, la competición, la austeridad, y las inversiones privadas antes que públicas, están ganando influencia en la agenda política europea.
El Yang
El progreso que se ha hecho es innegable. A día de hoy, hemos logrado convertir una gran parte de nuestra combinación energética en renovables (un récord del 44% en 2023), los coches eléctricos son más baratos que sus equivalentes de combustibles fósiles, la calidad del aire ha mejorado en zonas industriales –lo que ayuda a prevenir o reducir las enfermedades respiratorias– y se han creado muchos empleos “verdes”. Estos son ejemplos de cómo las legislaciones europeas que priorizan a la ciudadanía y al planeta tienen impactos positivos para el bienestar.
Por ello, en las próximas elecciones europeas de este junio tienes la oportunidad de apostar por el planeta, por la biodiversidad, por la salud, y por temas sociales. Tu voto es importante, para garantizar que estas cuestiones se sitúen en el primer plano del marco político de la UE mediante una transición ecológica y justa bien ejecutada –como pide la carta conjunta que hemos firmado este mes.
Consulta el ranking elaborado por EEB y Climate Action Network (CAN) Europa, entre otros, para informarte sobre qué partidos políticos apoyan ciertas medidas del Pacto Verde y defienden el bienestar de la humanidad y del planeta antes de las elecciones.