¿Hacia el final de los plásticos desechables?
17/06/2021
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Los plásticos son un material muy utilizado en nuestro día a día, ya que son muy prácticos y versátiles, pero estos productos son perjudiciales para la biodiversidad marina (el 80% de la basura marina es plástico) y se puede encontrar este producto en tortugas, focas, aves peces y por tanto en la cadena alimenticia humana. Para solventar este problema se ha creado la Directiva UE 2019/904 relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plásticos en el medio ambiente, que entrará en vigor el próximo 3 de julio (aquí se puede ver un resumen). Esta Directiva tiene como objetivo reducir el impacto de los plásticos de un solo uso en el medio ambiente, sobre todo en el medio marino y en la salud humana, promoviendo así una economía circular y el uso de productos y materiales innovadores y más sostenibles con el planeta.
¿Qué son los plásticos de un solo uso y cuales son los plásticos afectados?
Los productos plásticos de un solo uso son productos fabricados en su totalidad o parcialmente por plásticos que son creados para ser utilizados una vez y durante un periodo de tiempo muy breve. A partir del 3 de julio los plásticos de un solo uso ya no podrán introducirse en el mercado de la UE. Los productos afectados son: cubiertos, platos, vasos, recipientes para alimentos, pajitas y todos los productos fabricados con plásticos oxodegradables (plásticos que se descomponen químicamente mediante una oxidación y biodegradación simultánea).
Los productos relacionados con la pesca -como las redes de pesca- no se ven afectados por esta norma, ya que no se prohíbe la comercialización de estos productos, solo se limita su uso y su consumo. Estos se regulan mediante un etiquetado, para evitar que se conviertan en basura (según la UE, el 27% de los residuos plásticos encontrados en las playas proceden de la pesca). El resto de productos como los de higiene íntima (tampones, toallitas húmedas, etc.) deberán llevar un marcador, informando al consumidor de la presencia de plástico en estos productos.
Los productos plásticos de un solo uso han formado parte en nuestra vida durante años, pero ya es hora de cambiar y conseguir un futuro más sostenible ¿Qué cambios se van a producir en nuestra vida cotidiana?
A no ser que seas muy fiestero, no muchos. Uno de los cambios más notorios es la desaparición de las pajitas, o como en algunos restaurantes de comida rápida su sustitución por pajitas de cartón. Otra de las acciones que se están llevando a cabo en las cafeterías es reducir el precio del café para llevar, si el consumidor lleva su propio vaso. Es una forma de reducir el uso de los vasos de plástico, esto no es muy común en España, pero algunas cadenas de café como Starbucks ya lo están poniendo en práctica, en otros países como Inglaterra se lleva haciendo desde hace varios años. Como ya se sabe las bolsas de plástico de los supermercados cuestan dinero, pero una forma de evitar su consumo es reutilizar bolsas de plástico de otras compras. Otro producto que va a desaparecer son los utensilios de plástico para las fiestas, como los vasos, platos y cubiertos, estos serán sustituidos por productos fabricados con otros materiales como la cerámica o el vidrio.
Más importante es otra acción que se debe llevar a cabo, la sustitución de los envoltorios plásticos de alimentos, ya que estos se encuentran en todos los supermercados, ya sea para la fruta, la carne, el pescado o el fiambre. Para esto se podrían utilizar bolsas de rejilla para recoger la fruta y así pesarla, sin necesidad de plásticos.
Por lo general, nuestro día a día no se ve muy afectado por el uso de plásticos de un solo uso, ya que desde hace unos años se han ido llevando medidas para reducir su consumo y la mayoría de los productos de plástico se pueden sustituir por otros materiales más ecológicos. Pero falta dar el gran paso: erradicar el uso de envases de plástico desechable –el cual se encuentra en las botellas de leche, refrescos y botellas de agua. Para ello podemos seguir una antigua práctica: utilizar vidrio para envasar la leche y reutilizar ese mismo envase para seguir llenando el envase el resto de los días (al igual que hacían nuestros abuelos). Con esto reduciremos nuestra huella ecológica y los plásticos que aparecen en el mar y afectan a tantos seres vivos.
Lucía González Matas