La biodiversidad, mucho más que flores y pájaros
23/05/2018
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Llega el verano y con él el buen tiempo, las ganas de salir a la naturaleza y una gran variedad de fruta y verdura fresca y deliciosa. Pero un paseo por el campo admirando el paisaje mientras nos comemos unas cerezas no sería posible sin biodiversidad.
La biodiversidad no es solo un artista dedicado a poner en nuestro camino bonitas flores y pájaros cantarines, es una gran empresa perfectamente engrasada que nos aporta una amplia cantidad de servicios 一los llamados servicios ecosistémicos 一 que consisten en recursos, bienes o procesos que aportan beneficios a los humanos.
La biodiversidad es, según el Convenio Internacional de la Diversidad Biológica, la “amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra y los patrones naturales que conforma”. Además, incluye las diferencias genéticas dentro de cada especie y la variedad de ecosistemas. Estos tres factores que definen la biodiversidad son los que han hecho posible el desarrollo de la vida en la Tierra y que nos hace tan confortable nuestra estancia en ella.
Pero no sabemos darle el valor que merece. Como consecuencia de nuestra manera de consumir y nuestra gran demanda de recursos, se ha excedido la capacidad biológica de la Tierra en un 20%. Esto se traduce en que la tasa actual de pérdida de biodiversidad está estimada entre 100 y 1000 veces mayor de la que se daría de forma natural.
Esto supone un gran problema para nuestra sociedad ya que los productos que nos brinda la naturaleza son la base de nuestra calidad de vida. Sin biodiversidad nuestros suministros de alimentos, fuentes de madera, medicamentos y energía se ven amenazados.
El ejemplo más claro de cómo la pérdida de biodiversidad amenaza directamente nuestra calidad de vida podemos encontrarlo en el caso de los polinizadores invertebrados, en concreto las abejas salvajes y mariposas. La polinización es un proceso imprescindible para que se formen las semillas y frutos que nos sirven como alimento y sin ella no podríamos disfrutar de alimentos como las cerezas, fresas, albaricoques, limones, naranjas, pimientos, café, castañas y un largo (muy largo) etcétera.
La utilización de pesticidas y fertilizantes empleadas por la agroindustria, además de los cambios provocados por el cambio climático, han afectado a estos animales portadores de polen produciendo un descenso en sus poblaciones que ha llevado a que casi la mitad de las especies de invertebrados polinizadores estén dentro de la lista de especies amenazadas.
Otro ejemplo de pérdida de diversidad biológica poco valorado es el producido en los océanos. Desde la pesca a la regulación climática, pasando por el transporte de nutrientes, los océanos son grandes cunas de vida y nos ofrecen una gran cantidad de servicios ecosistémicos. Pero con un 60% de los ecosistemas marinos degradados y 401 especies dentro de la Lista Roja en peligro de extinción, no parece que a nuestra sociedad le importe mucho. Lo más preocupante es la presencia del krill en esta lista, ya que al ser la base de la cadena alimentaria de estos ecosistemas su desaparición o disminución supondría la pérdida de muchos de los pescados que vemos en las pescaderías y disfrutamos todos los días.
Hay muchos otros casos más que servirían para mostrar las graves consecuencias que tiene nuestro comportamiento hacia la naturaleza en nuestras vidas, como el conocido caso del aceite de palma cuya producción causa la deforestación de los bosques de Indonesia, con el resultado de pérdida de fauna y flora 一 como los orangutanes o los tigres de Sumatra 一, además de que supone la pérdida de un gran sumidero de carbono.
Esta semana se celebra el Día Europeo de Red Natura 2000 (21 de mayo), Día de la Biodiversidad (22 de mayo) y el Día Europeo de los Parques (24 de mayo), un gran momento para pararnos a pensar en la suerte que tenemos de contar con un planeta tan lleno de vida, para cambiar nuestra manera de pensar y así dejar de ver la biodiversidad sólo como la cantidad de seres vivos que hay en nuestro planeta, y defenderla como lo que realmente es: un bien cultural, científico y social de incalculable valor, que nos ayuda a crecer como sociedad y a mantener una buena calidad de vida.
Fotografía: Henry Be on Unsplash
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