Las ventas online: un punto débil en la regulación europea
30/03/2023
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Podemos decir que las instituciones a nivel europeo están haciendo un gran esfuerzo por crear regulaciones que protejan los derechos de las personas consumidoras teniendo en cuenta, también, la salud del planeta y el medio ambiente. Pero, como todo, no es oro todo lo que reluce…
Recientemente treinta y tres organizaciones sin ánimo de lucro hemos firmado esta carta abierta para mostrar nuestra preocupación de que muchos artículos pueden saltarse normativas que pretenden mejorar la sostenibilidad en nuestro día a día. Estos productos son los que ponen a la venta empresas de fuera de la Unión Europea (UE) y que no tienen ningún operador en los países miembros. Son artículos que, principalmente, se venden online. Al no tener una entidad que se haga cargo de las responsabilidades jurídicas, tampoco existe una entidad que sufra las consecuencias de no hacerse cargo.
Esto supone un riesgo para la competitividad de los productos que sí entrarían bajo el marco jurídico de Europa pero, especialmente, pone en riesgo la sostenibilidad. Todavía, y aunque cada vez somos más las personas que priorizamos la sostenibilidad como característica de lo que compramos, es una realidad que cumplir con ciertos parámetros de sostenibilidad suele suponer un esfuerzo mayor para el bolsillo o un cambio de chip que no siempre somos capaces de dar. Por lo tanto, permitir estas lagunas jurídicas en productos de venta online, implica ser más laxos con unos productos que, a su vez, siguen ahondando en perpetuar un consumo dañino para el planeta.
Un ejemplo de ello se da en la Ley de Servicios Digitales (DSA por sus siglas en inglés) por la que se debe cumplir lo conocido como know-your-business customer por el cual se debe realizar la trazabilidad de dónde vienen los productos comprados. Esto no se aplica para todas las empresas por igual y, muchas de estas compras se realizan online. Por lo que no aplicarlo a las ventas online puede suponer no poder realizar dicha trazabilidad.
Tal como se encuentra redactada la propuesta Diseño Ecológico de Productos Sostenibles muchas empresas podrán beneficiarse de la venta de productos que no cumplan con los requisitos que se impondrán en dicha Regulación. Aunque se pueda leer en ella la obligación de designar una persona responsable dentro de la UE, esta figura es insuficiente y tiene obligaciones limitadas.
La problemática con estos productos se extiende a más textos jurídicos y legislativos y afecta -pero no sólo- a otras como la Directiva sobre sostenibilidad empresarial o la Directiva para el empoderamiento de los consumidores en la transición ecológica.
En la carta donde se expone esta preocupación a las instituciones responsables de crear este marco jurídico se ofrecen varios ejemplos de que esto ya ha pasado y sigue pasando: productos que no cumplen con el Reglamento REACH sobre sustancias y mezclas químicas en productos, impuestos sobre productos de electrónica que todavía están sin pagar por parte de las empresas, luces que no cumplen con las normas de seguridad o la mayoría de juguetes de venta online que no cumplen con los requerimientos de seguridad.
Esperamos que este escrito elaborado por el European Environmental Bureau – EEB y que han firmado tantas entidades -entre ellas, la Fundación Vida Sostenible- sirva para algo y podamos seguir fortaleciendo un marco que protege al consumidor y al medio ambiente
Darío Montes
Habemos muchos pequeños emprendedores latinoamericanos que estamos dejando de vender en línea a la UE, eso afecta nuestras posibilidades de crecimiento, de x si en países con pocas oportunidades, pero las normas impuestas son imposibles de cumplir para quienes trabajamos a pequeña escala, muchos de nosotros ponemos la sostenibilidad como nuestro punto de partida, cuídanos nuestros procesos, trabajamos con materiales reciclados y usamos empaque reciclado o compostable, sin embargo quedamos fuera porque las tasas europeas nos son incosteables, mientras tanto, las grandes compañías que pueden sin problema pagar todos los impuestos que la UE exige seguirán inundándoles con productos realizados de manera masiva, sin ningún tipo de reciclaje, visión de producción responsable o comercio justo, pero la UE lo ha preferido así.
Esas mismas leyes aplicadas a partir de determinadas ganancias o volumen de ventas anual podrían hacer una diferencia, pero legislan para Amazon.