Llega la temporada del aire acondicionado: ¿cómo funciona?

18/07/2024

Tiempo de lectura: 4 minutos

Categorías: Eficiencia energética-Etiquetas: -

La primera ola de calor del verano ya está aquí, y millones de aparatos de aire acondicionado calientan motores, por así decir. El porcentaje de hogares con este equipamiento varía según las fuentes, pero ronda el 40% de las viviendas en España. Eso quiere decir que más de siete millones de aparatos se preparan para funcionar a tope estos días. La gran mayoría de las viviendas con aire acondicionado se localizan en la mitad sur y este del país, tras una “frontera” bastante nítida que va desde Cáceres a Huesca. Estos millones de equipos van a zumbar y resoplar muchas horas, consumiendo mucha electricidad, pero ¿cómo funcionan?

Podemos empezar imaginando un gas circulando por un conducto, que llega a un lugar donde una fuerza poderosa lo comprime hasta el punto de convertirlo en líquido. El líquido sigue su camino, hasta que llega a un amplio recinto donde se expande. La súbita expansión del fluido roba tanto calor del entorno que se forma una masa de aire frío. Este aire puede ser transportado donde se quiera, y ya tenemos aire acondicionado para soportar mejor los tórridos veranos y el frío necesario para enfriar los alimentos y conservarlos en la nevera.

La clave del sistema es el compresor. Es ahí donde necesitamos energía para mover la máquina (un pistón que se mueve dentro de un cilindro es el tipo más sencillo de compresor, el mismo que se encuentra en el interior del motor de explosión de un automóvil). Los aparatos de frío con compresor, normalmente llevan asociados un termostato, de forma que cuando la temperatura desciende de un valor determinado, el compresor arranca para inyectar frío y descender la temperatura.

El compresor de los equipos antiguos funciona a velocidad constante, es decir, aunque haga mucho calor, el compresor funcionará a la misma velocidad todo el tiempo que sea necesario hasta llegar a la temperatura fijada. Es un sistema de todo o nada: la máquina está encendida o apagada sin más. Sin embargo, los que tienen sistema inverter son capaces de variar la potencia del compresor en función de cuánto frío tengan que inyectar.

Si la habitación solo necesita un pequeño aporte de frío, el compresor funcionará a baja potencia ajustando la temperatura de forma mucho más sensible. Es decir, realizará pequeñas correcciones sobre la marcha, en vez de estar encendiéndose y apagándose de forma brusca cada vez que suba o baje la temperatura. Para ello pueden usarse compresores rotativos, capaces de una regulación más fina que los de pistón.

Esta tecnología mejora notablemente el funcionamiento de estos aparatos e incrementa mucho su eficiencia: los sistemas de frío con compresor variable llegan a consumir la mitad que un aparato convencional. En el sistema convencional “todo o nada”, los escalones son muy grandes y se desperdicia mucha potencia, mientras que en los sistemas inverter los escalones son muy pequeños y forman una línea bien ajustada a la curva de temperatura, reduciendo el desperdicio de energía al mínimo. Podrás identificar los aparatos de aire acondicionado de menos consumo gracias a su etiqueta energética: elige siempre la clase A de máxima eficiencia. Aquí puedes consultar la Guía FVS Climatización para más información.

Hay muchos métodos para conseguir una temperatura fresca en las casas que no suponen “poner el aire” sin más. Es importante dejar entrar el aire frío del amanecer y conservarlo dentro todo el resto del día. Así como crear corrientes de aire usando los patios de ventilación (el aire frío, más pesado, se desploma por el patio y entra en la casa, refrescándola). También son útiles los ventiladores y los sistemas de refrigeración por evaporación, que aprovechan que el paso de agua líquida a vapor roba mucho calor del ambiente. Y, si no hay más remedio que usar el aire acondicionado de compresor, conviene usarlo con habilidad, ajustar el termostato a 26ºC y no menos, y no dejarlo encendido a tope sin más día y noche… convirtiendo la casa en una insana nevera y disparando la factura de la luz.

El acondicionamiento de aire tiene un brillante y al mismo tiempo preocupante futuro. La demanda de este tipo de aparatos, y el consumo de electricidad necesario para que funcionen, va a aumentar en los próximos años. La estimación de Eurostat de la necesidad de enfriamiento de los hogares en Europa muestra un ascenso continuo desde hace cuatro décadas. Se observa una tendencia general (que se puede ver en todo el mundo) de veranos cada vez más cálidos, lo que va a aumentar mucho la necesidad de refrigeración, y abre una nuevo flanco de la pobreza energética: además de la dificultad para mantener caliente la casa en invierno, la dificultad de mantenerla fresca en verano.

Artículos relacionados

One Comment

  1. Dominique 19 julio, 2024 at 11:25 am - Reply

    En los climas húmedos, como en el levante, solo con usar la función deshumidificador, que la tienen casi todos los aparatos, se ahorra mucho consumo de electricidad dejando en la vivienda una sensación de frescura y aire ligero y sin riesgo de resfriados.

Dejar un comentario:

Recibe información periódica sobre nuestros proyectos