¿Por qué el año 2020 será distinto?

19/12/2019

Tiempo de lectura: 3 minutos

En unos días termina otro año más, un año 2019 que nos deja una COP25, a la cual tuve la gran oportunidad de asistir, celebrada en Madrid y finalizada con sabor agridulce, ya que no se obtuvieron acuerdos contundentes. La comunidad internacional perdió una importantísima ocasión de presentar mayores aspiraciones.

Las naciones quedaron en deuda con el planeta. Para el 2020 se acordó que los países se comprometieran a presentar planes de reducción de emisiones de carbono más contundentes, de cara a que nos encontramos ante una emergencia climática. Los países deberán presentar sus compromisos en la COP26 que tendrá lugar el año que viene en Glasgow, Escocia.

Aunque la emergencia climática es una crisis que afecta también a los derechos humanos, continúa habiendo países como Estados Unidos (que ya no cumplía el Acuerdo de París en materia de reducción de emisiones contaminantes), China, India y Rusia (que suman el 55 por cientos de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero) que no se quieren comprometer a nada. Al ser los países más contaminantes, se necesita ver preocupación y compromiso por su parte si queremos llegar todos a buen puerto.

Otro punto clave que ha quedado especialmente destacado es la importancia de la ciencia. Los avances y conocimientos científicos serán el eje central para determinar decisiones climáticas.

El tercer punto clave que ha puesto de relieve esta COP, fue reconocer la gran importancia de mantener el equilibrio de los océanos y los usos del suelo para la buena actividad del régimen climático. Brasil estuvo a punto de bloquear este acuerdo principal al negarse en reconocer el papel que tienen los océanos y el uso de la tierra en materia de cambio climático, pero finalmente lo terminaron aceptando.

Europa, para el año 2050, se convertirá en el primer continente climáticamente neutro. Para ello, la Comisión Europea ha presentado el Pacto Verde Europeo, con medidas para permitir que las empresas y los ciudadanos europeos se beneficien de una transición ecológica sostenible. Las medidas van desde una reducción más ambiciosa de las emisiones a la inversión en materia de investigación e innovación, para encaminar a Europa hacia la solución de la crisis climática. El pacto arranca el año que viene, 2020.

Pese al fracaso de las negociaciones en la cumbre, sigo teniendo esperanza en que habrá un cambio. Podemos mencionar el discurso de Greta Thunberg en la cumbre: el cambio desgraciadamente no se ve claro que vaya a venir de los gobiernos y las empresas, pero lo que sí está muy claro es que vendrá de la gente, de cada una de las personas que estamos levantándonos y luchando por ello. Además he podido ver estos días que la gente joven somos la voz de la esperanza. Luchemos por un planeta sano y próspero, amando y respetando la naturaleza.

Texto e imagen: Laura Velasco Puig

 

¿Estás interesado en participar en la transición hacia una alimentación más sostenible? Visita Comida Crítica.
Únete a las miles de personas que ya han medido su huella ecológica… y aprendido cómo hacerla más pequeña. Haz clic en este enlace, no te llevará más de un minuto.

Artículos relacionados

Dejar un comentario:

Recibe información periódica sobre nuestros proyectos