Entradas

• Entrada de materiales
  El frigorífico tiene importancia como almacén temporal de buena parte de los alimentos que se van a consumir en los hogares, especialmente aquellos en que hay que conservar la cadena del frío.
• Entrada de energía
  El consumo de energía del parque de frigoríficos y congeladores domésticos supone más del 30% del total de la energía consumida en los hogares (sin contar el transporte) (datos de 2022). Hay que tener en cuenta que esto asciende a casi 14.000 millones de kilovatios hora al año, un consumo equivalente al de dar casi 2 millones de vueltas a la Tierra con un coche eléctrico estándar. Es el electrodoméstico que más energía consume de toda la casa.

Salidas

• Salida de contaminantes a la atmósfera
  Algo menos de la mitad de la energía eléctrica como la que consumen los frigoríficos se produce en centrales no renovables y emiten diversos tipos de contaminantes a la atmósfera, así como gases de efecto invernadero o residuos tóxicos.
• Flujos tóxicos
  Los frigoríficos más antiguos utilizaban CFCs (compuestos de carbono, cloro y flúor, con gran poder para destruir la capa de ozono) como gas refrigerante. Aunque su uso ha sido prohibido y sustituido por otros gases como los HFCs (hidrofluorocarbonos), estos también contribuyen al calentamiento global. Si los aparatos no se desechan de manera adecuada y los gases no son extraídos por entidades autorizadas, tanto los antiguos CFCs como los actuales HFCs pueden liberarse a la atmósfera, causando daños a la capa de ozono o incrementando el efecto invernadero, dependiendo del tipo de refrigerante.