Entradas

• Entrada de energía
  El consumo de energía para la iluminación doméstica supone aproximadamente un 5% del consumo energético total y más del 11%  del consumo eléctrico de la casa (IDAE). Este consumo solía ser más alto, pero gracias a la tecnología LED que se encuentra en prácticamente todos los hogares, ha bajado bastante.

Salidas

• Flujos tóxicos
  A pesar de que el uso de tubos fluorescentes y lámparas de mercurio ha disminuido debido a la adopción de tecnologías más eficientes y seguras, como las lámparas LED, los residuos de mercurio continúan siendo un problema en ciertos casos. Los tubos fluorescentes todavía en uso y algunas lámparas de descarga de alta intensidad contienen pequeñas cantidades de mercurio (por ejemplo, el contenido medio de mercurio por tubo es de 35 mg), que pueden liberarse si no se gestionan adecuadamente al final de su vida útil. 
• Salida de contaminantes a la atmósfera
  Cerca de un tercio de la energía eléctrica destinada a la iluminación se produce en centrales térmicas que queman combustibles fósiles y emiten diversos tipos de contaminantes a la atmósfera, así como gases de efecto invernadero.