Tirar la basura en las carreteras no sale gratis (ni a nuestra economía ni al medio ambiente)
24/08/2017
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La Ley 17/2005 por la que se regula el permiso y la licencia de conducción por puntos y se modifica el texto articulado de la ley sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial, dice en su artículo 65 que será considerada infracción grave, entre otras, arrojar a la vía o en sus inmediaciones objetos que puedan producir incendios, accidentes de circulación o perjudicar al medio natural, perdiendo por ello 4 puntos de su carnet de conducir y 200 € de multa.
Por lo tanto, cualquier basura que se tirara desde un vehículo provocaría una sanción al conductor, pero ¿porqué no se hace? El mayor problema está en la falta de conciencia social, se considera que lo público es de todos y de nadie, es decir, podemos hacer uso de ello, pero no nos responsabilizamos.
Cada día en la Comunidad de Madrid se recogen en torno a 2,5 toneladas de basura, los operarios que la recogen separan, de manera única en todo el país, en diferentes secciones: envases, papel y orgánicos; mientras que en el resto de las carreteras lo que se recoge no lleva una gestión adecuada ni apropiada. Por desgracia, se invierten cantidades de dinero en limpiezas de viales que podrían ser usadas en mantenimiento y acondicionamiento de las mismas, ¿sale rentable tirar una botella por la ventanilla del coche?
Habrá quien diga que es una manera de generar trabajo, tener a hordas de operarios arriesgando sus vidas en autovías y carreteras para recoger los desperdicios de todos, entonces, robemos un banco y así la policía tendrá trabajo. Pero también habrá quien vea el riesgo existente en tirar una botella, un papel y, por supuesto, una colilla.
Es más que evidente el riesgo que produce tirar una colilla por la ventanilla., como ejemplo en el año 2012 en torno a la mitad de los incendios forestales (7.821, que suponen el 48,94%) tuvieron su origen en vías de comunicación (carreteras, pistas y sendas), la cantidad de los provocados por colillas no se conoce exactamente, pero se supone elevado.
Sabemos lo que ocurre cuando se tira una colilla encendida al arcén, pero ¿qué ocurre con el resto de las basuras? Pues es algo muy sencillo, contaminan.
Las botellas de vidrio pueden provocar incendios, puede lesionar a la fauna que pase por allí además de lesionar a viandantes y ciclistas y, por supuesto, genera un impacto ambiental notable.
Los envases como botellas de plástico, bolsas, etc. van directamente al río arrastrados por las lluvias, afectando a la biodiversidad de los mismos. En abril del 2016 se recogieron en una hora y media algo más de 300 kilos de residuos en el río Segura y se calcula que cada segundo se vierten 200 kilos de plástico al mar, según Greenpeace 8 millones de toneladas llegan al año a los mares o lo que es lo mismo: el peso de 800 torres Eiffel.
En un primer momento, los plásticos afectan a los animales de manera directa mediante la estrangulación o los enredos, también pueden ser ingeridos y provocar en ellos desnutrición porque copan todo el aparato digestivo. En segundo lugar, tenemos que hablar de los microplásticos, que son las partículas menores de 5 mm. El riesgo de los microplásticos está directamente relacionado con su introducción en la cadena trófica, de la que nosotros formamos parte, por lo tanto de seguir la tendencia así nos alimentaremos básicamente de los químicos que conforman el plástico.
Hay que destacar también el coste provocado por la limpieza de playas y marismas debido a la excesiva acumulación de plásticos, estimándose que en la UE es de 630 millones anuales.
El papel abandonado en cunetas tiene además otra carga, no puede ser reciclado. Como ya hemos visto, salvo algún caso específico, la mayor parte de la basura de las cunetas se recoge conjunta. En nuestro país la producción de papel en el año 2015 aumentó un 2,6% y el consumo un 5,6% Cuando no se recicla provoca que se realice mayor número de talas para conseguir pasta de papel, con este ritmo de crecimiento se establece que el 17% procede de bosques primarios la mayoría en regiones boreales; el 54% de bosques secundarios; y, por último, el 29% de plantaciones forestales.
Pero el mayor peligro del papel no está en las cortas, sino en el proceso de blanqueamiento de la pasta, para lo cual se usa cloro elemental o ECF (dióxido de cloro), compuestos que contienen dioxinas, consideradas por la OMS como un poderosos carcinógeno. Actualmente en España el porcentaje de producción totalmente libre de cloro (TCF) es ínfimo.
Otro residuo bastante común en torno a carreteras y vías de comunicación son los neumáticos. Su degradación en el medio ambiente produce residuos peligrosos debido a su composición química, pueden liberar hasta 200 compuestos químicos incluyendo bifenilos policlorados, es decir, dioxinas.
En definitiva, cuando vayamos en coche tratemos de no tirar basuras a través de la ventanilla, para nosotros en un segundo, para los demás es toda una vida.
Del Río Diez, V.
Documentación:
- Ley 17/2005, de 19 de julio, por la que se regula el permiso y la licencia de conducción por puntos y se modifica el texto articulado de la ley sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial
- Incendios Forestales en España, 2012
- Plásticos en los océanos Datos, comparativas e impactos
- Properties and quantities of marine litter do not cause harm to the coastal and marine environment
- Papel y medio ambiente
- Presentación del informe estadístico anual y la actualización de la memoria de sostenibilidad del sector papelero
- Las dioxinas y sus efectos en la salud humana